Conversemos Sin Fronteras: Un voluntariado virtual que entrega cariño a la tercera edad

Las buenas charlas y el cariño que contantemente estaban acostumbrados a recibir los adultos mayores, es una de las grandes problemática que ha dejado la pandemia, debido a que con el fin de resguardar su bienestar, muchos de ellos han quedado en completa soledad al ser aislados. Pero, ¿hay alguien que se preocupa de esta situación?, afortunadamente el Hogar de Cristo ha hecho frente a esta problemática con su voluntariado “Conversemos Sin Fronteras”, el cual tiene como principal propósito acompañar y comunicarse con personas mayores que lamentablemente se encuentran en una situación de vulnerabilidad.

Y es que el proyecto, que nació el año pasado de los voluntarios del Hogar de Cristo en Estados Unidos, busca establecer una interconexión virtual y de apoyo afectivo para algunos pacientes del Programa de Atención Domiciliaria para Adulto Mayor (PADAM), que se encuentran en un contexto de abandono, pobreza y exclusión social en las zonas remotas de chile. Ejemplo de esta situación, se da en la localidad de Tirúa, donde la institución actualmente brinda ayuda.

“Tenemos una experiencia con dos voluntarios de Estados Unidos que (…) se han contactado con dos usuarios del programa PADAM especializado. Son personas que se encuentran residiendo en un lugar rural, pero que si cuentan con señal telefónica (…). Ellos, como adultos mayores saben ocupar los aparatos tecnológicos y se han podido adaptar a la tecnología”, explicó la Jefa de Unidad PADAM Especializado de Tirúa, Alioska Salazar Contreras.

De esta manera, los voluntarios se contactan con ellos cada dos semanas a través de WhatsApp o video llamadas, que ha resultado de manera muy positiva, ya que se les ha logrado contener emocionalmente y, además, les ha servido para mejorar su alfabetización digital.

“Una de las experiencias, está basada en una persona mayor que hace muy poco perdió a su esposa, y que todavía se encuentra viviendo una etapa de duelo (…). Sumado a eso, a causa de un accidente que ocurrió en el 2017 acá en Tirúa (…), él quedó con una discapacidad que no le permite trabajar. Por esta razón, se encuentra en una situación súper vulnerable en temas económicos (…). Y, por todos estos motivos, el voluntario ha significado un apoyo fundamental en temas emocionales porque ellos se han comunicado de forma constante y también les ha permitido generar vínculos de amistad.”. Detalló, la profesional.

El proyecto, que ha traído consecuencias positivas para algunos adultos mayores de Tirúa, también lo ha sido para los habitantes de Carahue y Magallanes, que es donde también se da la iniciativa. Por esta razón, se espera que prontamente se sume la zona norte, con la integración del PADAM Antofagasta, según detalló el representante de Hogar de Cristo en Estados Unidos, Héctor Sagredo.

Cabe mencionar, que el Programa de Atención Domiciliaria, tiene como principal objetivo entregar ayuda psicosocial, espiritual y/o material a la tercera edad que se encuentra en situación de pobreza o exclusión social; ya sea quienes no cuentan con las herramientas sociales, económicas y culturales para desenvolverse en su entorno y, cuyo apoyo familiar y recursos económicos son insuficientes para su bienestar.